Ahorrar dinero parece complicado.
Cuando no es el aniversario de un familiar o amigo, necesitas ropa para ir bien guap@.
Luego viene el verano y las vacaciones. ¡Cómo no vas a salir!
Copita por aquí, copita por allá.
Y cuando parece que por fin puedes ahorrar… ¡Navidad, Navidad, dulce Navidad!
Claro, todos sabemos las consecuencias de fin de año en nuestros bolsillos. Total, que por una cosa u otra no consigues ahorrar tanto como te gustaría.
Sabes que ahorrar dinero es la base para mejorar tus finanzas personales, pero no encuentras la manera.
Esto es como alcohólicos anónimos, el primer paso es aceptar que ahorrar no es lo tuyo y necesitas mejorar.
Por lo tanto, si estás leyendo esto vas por buen camino.
De esta manera, durante el artículo te explico cómo ahorrar dinero paso a paso con el objetivo de que logres controlar tus finanzas y estés un poco más cerca de conseguir la libertad financiera.
Pasito a pasito, sin parar.
Si inviertes eficientemente el dinero ahorrado, puedes conseguir multiplicar tu patrimonio de una manera que nunca hubieras imaginado.
¿Qué aprenderás en este artículo?
Ahorrar dinero: los mejores métodos al detalle
Las estadísticas muestran que los españoles consumimos más y ahorramos menos.
Grande Españita, siempre en cabeza.
Es hora de poner solución ¿no crees?
No te voy a engañar, no existen fórmulas mágicas ni métodos que sean eficaces si no pones de tu parte.
Es más, siendo sincero, saber cómo ahorrar dinero tan solo tiene una clave: la constancia.
De nada sirve ahorrar durante 6 meses si luego gastas el dinero en accesorios que, en realidad, no necesitas. El excesivo consumismo de la sociedad nos lleva a la ruina, financieramente hablando.
Compramos más de lo que necesitamos. Es así y probablemente lo seguirá siendo, pero tú puedes ponerle remedio.
Establece tu propio plan, crea unos hábitos y encarrila tu vida a través de la correcta gestión de tus finanzas personales.
Tu futuro te lo agradecerá.
Por lo tanto, veamos cómo conseguirlo y qué porcentajes se consideran óptimos al ahorrar.
1. Establece un presupuesto de ahorro mínimo
El cerebro humano responde eficazmente cuando nos marcamos objetivos e incorporamos hábitos.
Sin el deseo de cumplir una meta y aplicar un plan de acción es complicado alcanzar los propósitos que realmente deseas.
De la misma manera que decides ponerte en forma, también debes hacerlo para ahorrar dinero.
El primer paso consiste en determinar un porcentaje de tu sueldo o una cantidad fija que sea posible ahorrar mensualmente. Con la finalidad de sentar una base para definir tu presupuesto de ahorro, te propongo aplicar la famosa regla del 50/20/30.
Un método básico pero efectivo para delimitar unos porcentajes de gasto y ahorro. Un sistema que nos indica lo siguiente:
- El 50% del sueldo o ingresos se destinan a tus gastos básicos (hipoteca, facturas de luz y agua, alimentación, etc.)
- El 20% al ahorro, con el objetivo de tener un colchón e invertirlo para tu futuro.
- El 30% restante para tus gastos personales (actividades de ocio, comprar ropa, viajar o la cervecita en el bar).
Es una forma sencilla para distribuir tus ingresos y conseguir un hábito de ahorro sólido.
Por supuesto los porcentajes son variables y debes adaptarlos a tus circunstancias del momento, pero sí que te recomendaría establecer un 20% de ahorro mínimo al inicio.
El objetivo es intentar subir este porcentaje poco a poco.
En este sentido, más adelante te cuento cómo ahorrar más dinero para alcanzar cifras del 40% o 50% de tus ingresos.
Pero vuelvo a insistir: hábitos y constancia.
2. Realiza un control y seguimiento de tus gastos mensuales
De nada sirve ponerte un objetivo de dinero a ahorrar sin realizar un control previo detallado.
¿Cuánto ingreso durante el mes? ¿Cuánto gasto? ¿Y en qué?
Estas son las tres preguntas más importantes a las que debes dar respuesta. Es exactamente como si llevaras la contabilidad de una empresa. Solo que la empresa eres tú.
¿Así es mucho más sencillo no? Lo haces para tu propio futuro.
Vale, vale… visto así… pero ¿cómo controlo mis ingresos y gastos? ¿Lo anoto en un papel o qué?
Bueno, siempre es una opción tradicional a la cual puedes recurrir si lo prefieres, pero existen mejores métodos.
Aplicaciones de ahorro
La evolución de la tecnología también está presente en el campo de las finanzas. Por lo tanto, probablemente la manera más eficaz de realizar un control exhaustivo es a través de aplicaciones de ahorro.
Una manera rápida y visual para ver hacia dónde va tu dinero y en qué puedes disminuir los gastos.
A día de hoy los propios bancos facilitan esta opción mediante sus aplicaciones, pero suelen ser ligeramente limitadas.
Ya sea desde tu móvil u ordenador, te permiten una organización completa.
Aplicaciones hay muchas, y para gustos, colores. Yo te recomiendo que entres en Play Store o App Store, compares y descargues la que más te convenza.
De todas formas, te comento algunas de las más usadas para que les eches un vistazo:
- Fintonic: una de la más conocidas y con más descargas. Permite la sincronización con diferentes cuentas de entidades bancarias, ofreciendo un elevado control de tus gastos y permitiendo marcar un objetivo de ahorro al mes.
- Goin: otra alternativa para ahorrar dinero mediante la vinculación de la cuenta. La diferencia es que proporciona varios métodos eficaces para ahorrar, como el del redondeo, de retención o el ahorro periódico. También permite invertir en crowdlending o criptomonedas, aunque personalmente lo haría mediante otras plataformas.
- Spendee: una buena opción para aquellos que no deseen conectarlo a su banco. De esta manera, debes introducir los ingresos y gastos manualmente, pero la interfaz es cómoda, visual y práctica para cumplir satisfactoriamente con su propósito.
Money Pro, Wallet, Monefy o la app llamada Gestor de gastos también merecen mención, al ofrecer diseños agradables con un control intuitivo que cumple con su finalidad.
Ciertas apps conectan con tu cuenta bancaria para clasificar directamente el gasto Resultan intuitivas y fáciles de usar Pueden existir errores de categorización al importar los datos
Hojas de cálculo en Excel
A través de Microsoft Excel puedes conseguir un control extraordinario de todos tus ingresos y gastos.
Eso sí, para crear una plantilla a tu manera necesitas ciertos conocimientos de Excel, y aunque no sea muy complicado, resulta un poco tedioso.
Por suerte, en Internet existen una multitud de plantillas de personas que en su día las crearon para empezar a ahorrar dinero, justo como tú ahora.
Personalmente he usado varias a lo largo de los años. Las descargo y modifico a mi gusto para optimizar mis finanzas personales, así que te invito a que también lo hagas.
Son altamente personalizables Puedes encontrar varias plantillas muy completas por Internet Debes ingresar los gastos y clasificarlos manualmente Requiere invertir más parte de tu tiempo
3. Clasifica y organiza tus gastos
Es complicado averiguar el motivo por el cual no consigues ahorrar como te gustaría sin conocer exactamente de dónde provienen tus gastos.
Párate a pensar, ¿cuantos gastos diferentes tienes durante el mes?
Seguro que hemos llegado a la misma conclusión: demasiados.
Por lo tanto, la categorización permite ver de forma muy evidente dónde está el problema que causa un agujero en tu bolsillo.
¿En qué gastos debo centrarme?
Cuando encuentras respuesta a esta pregunta, ahorrar es mucho más sencillo.
Grupos generales de ahorro
Maneras de clasificar los gastos hay muchas.
Encontrarás artículos que los dividen en gastos fijos y variables, personales o familiares, ocasionales o discrecionales, vitales y no vitales…
Un sinfín de grupos distintos que solo te generan más dudas.
Además es un tema algo personal, dado que la clasificación del gasto varía en función de la perspectiva de cada uno.
Lo que para mí es un gasto vital como Netflix (ya ni recuerdo como me entretenía antes), para ti puede no serlo.
Te lo diré bien claro, aquí lo esencial es el control.
¿Se trata de un pago fijo que debes realizar sí o sí? No vale la pena centrarte en ello.
¿El gasto o la cantidad total a pagar dependen de ti? Le pones tu máxima atención.
Si segregas los gastos en la capacidad que tienes para controlarlos es mucho más sencillo detectar las compras que hacen disminuir tus ahorros.
Por lo tanto, céntrate en los controlables y aumenta tu ahorro como nunca hubieras imaginado.
No quiere decir que sea la única manera de dividir tus gastos, puedes usar otras comentadas con la misma efectividad.
Pero hazlo, funcionan.
Y muy bien.
Te facilito un resumen más detallado y con ejemplos para acabar de comprenderlo:
- Gastos no controlables: pagos recurrentes y puntuales necesarios, los cuales no puedes evitar ni reducir la cantidad a pagar al no depender de ti. Por ejemplo: hipoteca, alquiler, transporte que utilices, medicamentos, educación…
- Gastos controlables: incluye gastos periódicos, puntuales y gastos hormiga que sí dependen de ti, pudiendo evitarlos o disminuirlos significativamente. Esta categoría engloba la alimentación, facturas de luz y agua, ropa, actividades de ocio, regalos, viajes…
Sobre todo, especial mención a los gastos hormiga.
Seguramente te deben sonar, pero por si acaso te los recuerdo. Son aquellos pequeños gastos que realizas constantemente y de manera inconsciente, que parecen irrelevantes pero con el tiempo merman significativamente tu presupuesto.
El euro del café por la mañana, el tabaco del estanco o los snacks extra que compras en el supermercado.
Si sumas los gastos hormiga, te darás cuenta que la cantidad de dinero que dejas de ahorrar durante el año es considerable.
Solo ahorrando 1€ al día puedes conseguir excelentes resultados. ¡Imagínate si los inviertes!
Reduce los gastos controlables recurrentes y elimina, en la medida que puedas, los gastos hormiga.
Organización al detalle del ahorro
No nos vamos a engañar, organizar los gastos es un poco tostón. Y más si lo haces de forma manual.
Pero estructurar los gastos con mayor precisión resulta muy eficaz para ver las partidas con cantidades excesivas.
Si decides utilizar una aplicación, perfecto. En cada una encontrarás varias categorías que definen la procedencia de los gastos. Si lo vas a hacer a mano, ya sea en papel o en Excel, te aconsejo que tengas en cuenta las principales clases de gastos:
Servicios de suministros (luz, agua, gas, teléfono y Internet) Educación (escuela, cursos o talleres) Vehículo propio (gasolina, peajes, seguro y reparaciones) Transporte público Salud y autocuidado (gimnasio, psicólogo, peluquería o seguro de vida) Alimentación (gastos de comida del supermercado u otras tiendas) Ocio y entretenimiento (actividades, juegos o vacaciones) Compras (vestuario y calzado, productos para el hogar, dispositivos electrónicos o regalos) Bares y restaurantes (para mí merece una categoría por sí sola) Otros gastos (suscripciones de Netflix, Twitch o donaciones)
Las categorías son altamente personalizables, así que si lo deseas puedes añadir más partidas para un control más detallado.
Por ejemplo, puedes incluir un apartado solo con las compras en ropa. Para saber si lo necesitas tan solo debes abrir tu armario y observar.
La finalidad es empezar a identificar las categorías con mayores importes y trabajar para reducirlas.
4. Consejos para ahorrar durante el día a día
Una vez clasifiques adecuadamente tus gastos, es hora de empezar a la acción.
Misión principal: aniquilar los gastos que puedes controlar y reducirlos a cenizas.
Perfecto, recibido.
¿Pero… cómo lo hago exactamente?
No te preocupes, a continuación te muestro algunas estrategias de ahorro para empezar a reducir o incluso eliminar los gastos en su totalidad.
La idea es que con el tiempo formen parte de tu subconsciente y se conviertan en un hábito.
Eso sí, nunca escatimes en gastos que supongan un impacto en tu calidad de vida, salud y felicidad.
Comencemos.
Gastos controlables: eliminar, reducir y optimizar
Sin lugar a duda, aquí es donde más dinero puedes ahorrar.
Sobre todo, con los gastos controlables y recurrentes (suministros, restaurantes, suscripciones…).
Es el santo grial. Si lo dominas, conseguirás ahorrar cantidades extraordinarias. Por esto quiero poner énfasis en este apartado.
Conviértelo en tu prioridad.
De esta manera, el primer paso es identificar todos aquellos gastos controlables (tanto recurrentes como puntuales) que no te aporten ningún valor en este preciso instante.
Literalmente estás tirando el dinero después de tanto trabajo para conseguirlo. Elimínalos.
Te pongo algunos ejemplos:
La televisión por cable y la oferta para ver el fútbol o las motos que te recomendó la compañía (¿de verdad aprovechas todos los canales o los ves de vez en cuando?) El servicio de limpieza semanal (seguro que puedes encontrar un par de horas a la semana para hacerlo tú mismo). La contratación de múltiples servicios de streaming como Netflix, Spotify, Amazon Prime, HBO… (¿no me he enterado y dan algún premio por tenerlas todas? Quizá puedas eliminar alguna que no uses o compartir cuentas). Las comisiones bancarias que pagas por mantenimiento de la tarjeta o cuenta (habla con ellos o cambia de banco ya, ¡no deberías pagar nada!) El antojo impulsivo para comprar ropa (cuando luego la estrenas y no te la vuelves a poner).
Las circunstancias cambian en cada momento.
Si ahora no lo necesitas o no te conviene, quítalo. No hay más. Siempre puedes volver a contratarlo.
Muchas veces por propio instinto te das cuenta que debes evitar la compra, hacerlo en otro instante porque sabes que el precio bajará o adquirir otro producto con una mejor calidad precio.
Si no puedes eliminarlos, por lo menos intenta reducirlos para optimizar el gasto:
- Si por trabajo comes fuera, llévate un tupper.
- Para ahorrar en electricidad usa siempre luces LED, recuerda apagar la luz cuando no la utilices (sí, los interruptores también), usa electrodomésticos en modo ecológico y la calefacción a una temperatura moderada.
- Si buscas reducir el consumo de agua, la base es intentar ducharte lo más deprisa posible y no empanarse con el agua calentita. Te recomiendo usar un cubo de agua para almacenar el agua fría al encender la ducha (así no la desaprovechas hasta que se pone caliente), la cual puedes utilizar para las plantas o en sustitución de la cadena del váter.
- Lo sé, llega la hora de comer y te da pereza cocinar, pero si disminuyes las veces que pides comida conseguirás ahorrar una buena cantidad de dinero.
- Compara los precios de las gasolineras de tu población o reposta en una low-cost. Esta web te puede resultar muy útil para ver las gasolineras más baratas.
- No vayas al supermercado con hambre, siempre acabas gastando más. De la misma manera, prueba a comprar marcas blancas y alimentos más saludables (ahorras dinero y comes bien, dos por uno).
- Antes de comprar impulsivamente utiliza la regla de las 24 o 48 horas (reflexiona durante este tiempo si realmente es una compra útil y necesaria).
- Aprovecha las rebajas para comprar todo aquello que de verdad necesitas.
- Siempre y cuando esté a tu alcance, coge la bici, patinete eléctrico o el transporte público para desplazarte e ir a trabajar (sobre todo si vives en grandes ciudades).
Complementa las prácticas entre sí y conviértelas en hábitos.
De poco sirve ahorrar en compras si luego gastas más en electricidad.
Sé un poquito exigente contigo mismo y alcanzarás cualquier tasa de ahorro que te propongas.
Deshazte de los gastos hormiga
Te lo he dicho antes y te lo vuelvo a repetir.
Los gastos hormiga se convierten en una importante cantidad de dinero con el transcurso del tiempo.
Por lo tanto, es hora de eliminarlos.
Son gastos que realizas de forma inconsciente, repitiendo una y otra vez.
Como ya has cogido un hábito (un mal hábito en este caso), al principio son difíciles de quitar.
Es más, algunos requieren un ligero esfuerzo y fuerza de voluntad, pero créeme cuando te digo que lo agradecerás en un futuro.
No te pido que te prives de todos estos pequeños placeres de golpe, pero te recomiendo que los disminuyas paulatinamente. Como siempre, tú tienes la última palabra.
Al fin y al cabo, se trata de dar mejor uso a tu dinero. Ya sea buscando alternativas, reduciendo el consumo o eliminándolo por completo.
Te resumo los gastos hormiga más comunes que realizamos diariamente:
- El café del bar antes de entrar a trabajar (prueba a hacértelo en casa).
- El paquete de chicles que siempre llevas encima para desestresarte.
- La cervecita diaria con los colegas.
- ¿Aún sigues fumando? No solo te quita salud, sino que también dinero.
- Los snacks extras que te llevas de la tienda (galletas, chocolates, barritas energéticas, bebida…) cuando habías ido a comprar otro producto.
Suma todos estos gastos al mes. Te duelen los ojos cuando ves la cifra.
¿Esto gasto yo cada mes? No puede ser, he calculado mal.
Puedes repasarlo, que no va a variar si primero no cambias tú.
Encuentra alternativas para los gastos no controlables
Finalmente, quedan los gastos fuera de tu control.
Pero estos se supone que son gastos que debo aceptar ¿verdad?
Bueno, no del todo… siempre existen alternativas.
Es cierto que son complicados de reducir al ser transformaciones que pueden cambiar tu estilo de vida.
La cuestión es que suelen ser gastos con mucho peso en tu presupuesto (hipoteca o alquiler educación, comprar un coche…), y pese a que disminuirlos no es tarea fácil, con un pequeño cambio logras un gran impacto en tu ahorro.
El propósito es que replantees las situaciones de tu vida desde una perspectiva financiera, actuando siempre con cabeza.
Si te fijas, gran parte de las decisiones que tomas impactan directa o indirectamente en tus finanzas personales.
El dinero, nos guste o no, tiene un papel importante en nuestras vidas.
Cuestiona, plantea alternativas y reflexiona sobre tus posibles decisiones:
- ¿Comprar una vivienda o vivir de alquiler? Cada caso y situación es un mundo, no existe una respuesta correcta. Haz números y piensa siempre en el largo plazo.
- Eres joven y estás pensando en comprarte un coche nuevo. ¿Es realmente necesario? ¿Puedes usar el de tus padres? ¿Quizá un coche de segunda mano puede ser igual de útil? Comprar un coche es muy caro, un pasivo que chupa dinero por todos lados con un valor que disminuye a la mitad una vez las ruedas pisan la calle.
- ¿Crees que tus hijos van sentirse mejor por ir a un colegio privado? No van a aprender más que en uno público.
- ¿Hace falta seguir viviendo en Madrid o Barcelona con el cambio de paradigma laboral? Si vives de alquiler y tu empresa te permite trabajar desde casa, busca alternativas.
- ¿Puedes ir al trabajo en transporte público?
- ¿Qué te parece el minimalismo como filosofía de vida? No se trata de tener menos objetos en casa, sino de adquirir solo aquello que aporte valor y uses a menudo. Seguro que posees muchos aparatos en casa que hace años que no utilizas.
En conclusión, la finalidad es que valores tu situación económica actual, encuentres posibles mejoras, consigas ahorrar más y disfrutes de una mayor libertad financiera, siempre priorizando tu felicidad.
5. Cómo ahorrar dinero en compras online
Las compras online aumentan año tras año. Más cómodo, sin moverte de casa y con solo un par de clics.
Y la pandemia aún ha acelerado más la expansión del comercio online. Es más, seguramente tú también hayas aumentado las compras por Internet durante los últimos años.
Así que… ¿quién quiere saber cómo ahorrar dinero en sus compras online?
¿Todos? ¡Así me gusta!
Las siguientes herramientas que te muestro te ofrecen distintas opciones para ahorrar dinero eficazmente.
En concreto, te voy a enseñar 3 webs que yo mismo uso desde hace tiempo y que me han permitido ahorrar grandes cantidades de dinero.
Ahí van.
Ahorrar dinero en las compras de Amazon: camelcamelcamel.com
Una web con un nombre peculiar, pero funciona a las mil maravillas.
Con los tres camellos de los Reyes Magos como logo, esta web realiza un seguimiento de los precios de los millones de productos que vende Amazon.
Por lo tanto, puedes ver gráficas con el historial y la evolución de los precios de cualquier producto vendido.
¿La parte interesante? Permite configurarlo para que te envíe una notificación al correo al bajar hasta un precio determinado.
En resumen: tienes un producto que quieres comprar, copias el enlace de Amazon en la web para consultar la evolución de su precio e indicas que te manden un mensaje cuando el precio caiga hasta el nivel al cual comprarías.
Además, puedes consultar los precios máximos y mínimos históricos, como ves en la imagen. Fácil, rápido y realmente útil para ahorrar cuando no tienes prisa en comprarlo.
Asimismo, si necesitas el artículo al instante y no te puedes esperar no resulta tan eficaz, las cosas como son.
Hace años que lo utilizo y la suma de dinero que he conseguido ahorrar es alucinante.
Cómo ahorrar dinero en la compra del supermercado: soysuper.com
Realmente este truco sirve tanto para compras online como para compras físicas.
Te cuento porqué.
Se trata de una web que incluye todos los supermercados de España de manera online, por lo que permite comparar el precio de un mismo producto en varias tiendas.
Carrefour, Mercadona, Eroski, Alcampo, DIA, Condis… ¡absolutamente todos!
Al hacer la cesta de la compra desde el ordenador la propia página genera la misma cesta para cada uno de los supers (si no venden el producto exacto incluyen el más similar), permitiendo ver el precio final de tu compra.
Simplemente, elige la más barata.
Por lo tanto, también puedes aprovecharlo para ver dónde te sale más barato hacer la compra semanal e ir físicamente al super con mejores precios.
Las compras en los supermercados suponen más de 2.000€ de media por persona durante el año (todos tenemos que comer ¿no?), así que la plataforma nos permite ahorrar un buen pico con el tiempo.
Según las estimaciones de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), un hogar es capaz de ahorrar más de 900€ al año con tan solo escoger el comercio más barato.
Ahorrar dinero en cualquier compra: Honey
Por último, te quiero enseñar la extensión Honey, la cual puedes instalar en cualquier buscador que utilices (Chrome, Mozilla Firefox, Opera…).
Muy bien, ¿y para qué sirve esta herramienta?
Básicamente te ofrece cualquier código y cupón disponible al realizar la compra online, aplicándolo automáticamente para ahorrar en cualquier artículo y funcionando en una infinidad de webs (de las cuales se incluyen Amazon, AliExpress, Alibaba…).
Desde alimentos hasta zapatos o viajes, Honey te muestra si existe algún cupón para usar con el objetivo de reducir el gasto.
En definitiva, un truco sencillo que permite ahorrar más de 100€ de media al año a los usuarios que suelen comprar por Internet.
Lógicamente, cuantas más compras online realices, mayor utilidad ofrece la extensión.
Si conoces otros trucos para ahorrar comprando en Internet ¡no dudes en compartirlos en los comentarios!
Empieza a ahorrar dinero ¡YA!
Cuando antes empieces, mejor.
Valora tus decisiones desde un punto de vista financiero, emplea métodos y estrategias que te resulten útiles, crea hábitos para cumplir con tus propósitos y mantén una constancia con el paso del tiempo.
Ahorra para tu futuro.
Y a medida que aumentes tu ahorro, invierte.
No dejes de invertir. Consigue que tu dinero trabaje por ti.
Infórmate, aprende, diversifica tus inversiones, crea varias fuentes de ingresos y alcanza la libertad financiera.
No existe ningún truco mágico, solo esfuerzo por conseguir aquello que verdaderamente deseas.