Invertir en bolsa: cómo aprender siendo un principiante

Seguro que en algún momento de tu vida has oído hablar de invertir en bolsa.

En las noticias, películas, series, conversaciones de bar o con tu cuñado el sabelotodo que te habla como si fuera Warren Buffet.

La cuestión es que la bolsa te genera intriga y has decidido dar tus primeros pasos para saber invertir en la bolsa. Por eso estás aquí.

Un mundo apasionante, sin lugar a dudas.

Invertir en bolsa

Primero de todo, déjame aclararte los falsos mitos.

La bolsa no es solo lugar para ricos, sino que también está al alcance de pequeños inversores.

Como tú y como yo.

En Estados Unidos lo tienen clarísimo, en España y Latinoamérica parece que estamos un poco rezagados en este aspecto.

A día de hoy puedes encontrar mucha información sobre cómo invertir en bolsa, pero con tantos datos el cerebro se satura. Por lo tanto, es necesario una estructura con sentido y unas pautas definidas para no perderte entre tanta información.

Sinceramente, aprender a invertir en bolsa no es extremadamente complicado. Pero más sencillo es meter la pata y tomar decisiones incorrectas.

Con este artículo no te convertirás en el próximo lobo de Wall Street, pero obtendrás unas nociones que sirvan de base para mejorar tu inteligencia financiera y conocer cómo invertir en bolsa.

El objetivo es establecer una guía para los más principiantes. Aprender a controlar tus inversiones en la bolsa.

Un inicio con el que asentar las raíces, cambiar la mentalidad y enfocar de forma adecuada el mundo bursátil para decidir correctamente tus inversiones.

El conocimiento es poder.

¿Por qué invertir en bolsa?

Empecemos por el principio: invertir tu dinero es fundamental.

Ya sea en bolsa o en otros activos, aunque la diferencia histórica no pasa desapercibida.

Rentabilidades históricas de los activos Valor hipotético de 1$ invertido en 1802, suponiendo reinversión y cero costes de transacción.

Además, si crees que el Estado se preocupará por tu futuro, vas un poco desencaminado. Debes aprender a gestionar tu dinero y dominar tus finanzas personales. Nadie lo hará por ti.

Por lo tanto, la solución pasa por diseñar tu propio plan de jubilación a través de la inversión. Antes de todo, unos aspectos que debes tener claros sobre invertir en bolsa:

  • El conocimiento y la formación son la clave del éxito.
  • La inversión a largo plazo es la más factible y sencilla, tanto para novatos como expertos.
  • Solo invierte aquella cantidad de dinero que no utilices próximamente.
  • No esperes hacerte rico ni lanzarte en una piscina de billetes como el tío Gilito.

No hace falta ser superdotado para aprender a invertir en la bolsa, pero son necesarios dos dedos de frente para invertir tus ahorros de manera correcta.

La bolsa no es un juego. Ni una lotería. Ni un casino.

Pero sí es un lugar donde hacer crecer tu patrimonio con la ayuda del tiempo.

 En este caso, el tiempo y el interés compuesto son tus aliados, mientras que la inflación es tu enemiga. 

 

Ventajas y riesgos de invertir en bolsa

La bolsa de valores sirve como instrumento de financiación para las empresas y de inversión para los ahorradores. Desde los más expertos hasta los más principiantes, todos se encuentran y conviven en los mercados financieros.

Y esto es bueno y malo a la vez.

¿Por qué?

Por un lado, invertir en bolsa ofrece ciertas ventajas. Es un mercado de fácil acceso, seguro y generalmente líquido gracias a la gran cantidad de inversores que acuden a él.

Por el otro, el carácter impredecible y la volatilidad de la bolsa junto a tu desconocimiento inicial del mercado, te convierten en presa fácil.

La bolsa está viva.

Y de alguna manera compites con personas e instituciones con unos conocimientos muy superiores a los tuyos.

Cuando te das cuenta que la inversión no es correcta, ya es demasiado tarde. Los más expertos lo han visto venir y han deshecho la operación, mientras que tu cartera se tiñe de color rojo.

Así que te quedas con cara de tonto, rallado, mosqueado y maldiciendo el día en que decidiste empezar a invertir en bolsa.

Te lo digo ya. Si inviertes sin pensar y de manera irracional, te conviertes en un trozo de carne para los tiburones. No existe inversión exenta de riesgos, pero esto no quiere decir que inviertas al tuntún.

Es como la vida misma, debes afrontar decisiones y asumir los riesgos consecuentemente.

Pero si piensas, analizas y valoras tus opciones antes de invertir, tienes mucho que ganar.

A continuación, te ofrezco un resumen esquemático con las principales ventajas e inconvenientes a la hora de invertir en bolsa.

Vamos a ver si la bolsa es para ti.

Ventajas:

Ofrece una elevada liquidez y seguridad. La gran cantidad de inversores facilita el hecho de poder comprar y vender acciones de manera inmediata. Además, se trata de un mercado regulado por una entidad supervisora (conocida como CNMV en España).

Puedes empezar con poco dinero. Si tu situación actual tan solo te permite ahorrar 50€ mensuales, no te preocupes. Es totalmente factible empezar a invertir con pequeñas cantidades de dinero.

Es un mercado de fácil acceso. Gracias a la evolución de la tecnología es posible invertir en bolsa desde tu propio ordenador o móvil, tan solo creando una cuenta en un bróker.

Permite una elevada diversificación. No solo posees la libertad para invertir en empresas de todo el mundo, sino que también puedes invertir en otro tipo de activos, como por ejemplo en commodities (oro, petróleo, trigo…).

Pones a trabajar el dinero. Debes pensar en tu futuro. Ya sea porque quieres alcanzar la libertad financiera, mejorar tu calidad de vida o disfrutar de una pensión digna fruto de tus inversiones. Haz que el dinero trabaje por ti.

No es necesaria una elevada dedicación. Contrariamente a lo que piensas, puedes invertir perfectamente tan solo dedicando unos minutos al mes con productos financieros como fondos de inversión y la ayuda de un robo-advisor.

Reina el libre albedrío. Siempre tienes el poder de elegir y tomar tus propias decisiones durante las inversiones. Por lo tanto, sé consecuente.

Inconvenientes:

Nadie te asegura obtener rendimientos positivos. Como se suele decir, rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. En el largo plazo la bolsa siempre ha subido, pero quién sabe si seguirá así.

Puedes obtener pérdidas importantes. Sobre todo a corto plazo, por ello es primordial la formación y tu mentalidad como inversor. No dejes que tus emociones te controlen y continúa con tu estrategia.

La volatilidad puede marearte. Metafóricamente hablando, claro. La cuestión es que se trata de renta variable, y como el propio nombre indica, varía para bien o para mal en un instante. De nuevo, mira al horizonte para no agobiarte, sé paciente e invierte en el largo plazo. Créeme cuando te digo que es uno de los mejores consejos.

Hacienda siempre está al acecho. Si pierdes dinero no vas a pagar, pero cuando ganes no dudes que los inspectores te van a mirar con lupa. Como siempre, deberás tributar un porcentaje de tus ganancias.

Son necesarios unos conocimientos mínimos. Si no deseas tirar el dinero que has conseguido con esfuerzo, lee, infórmate y aprende. Es la mejor inversión que puedes realizar. Si estás leyendo esto vas por buen camino.

Aprender a invertir en bolsa: formación y conocimiento

Resulta un paso imprescindible, como en todos los aspectos de la vida.

Si acabas de empezar en este mundillo, estarás un poco perdido.

Pero oye, tampoco naces sabiendo andar, simplemente aprendes con el tiempo. Pues con las inversiones es exactamente lo mismo.

Poco a poco las cosas van cobrando sentido. Desafortunadamente los colegios no enseñan a gestionar el dinero, así que la educación financiera es inexistente. Un dato curioso y realmente preocupante, pero tampoco entraré a discutir este aspecto ahora mismo.

Por lo tanto, es tu deber formarte de manera independiente.

Te guste o no, el dinero es un elemento necesario en el mundo actual. E invertir en la bolsa es una forma más de canalizar tus ahorros y hacerlos crecer.

Puede ser que cuando te des cuenta que no estás gestionando tu dinero correctamente, ya tengas una hipoteca, dos hijos y un perro al que adoras.

Pero nunca es demasiado tarde para empezar a aprender.

Es más, la inversión en formación no tiene porqué ser económica. Yo te recomiendo que leas artículos en Internet con información valiosa (ya has empezado con este, así que perfecto), veas vídeos y escuches podcasts de expertos del sector.

Además, compleméntalo con libros sobre finanzas y educación financiera, así como cursos que creas convenientes.

La finalidad es cambiar tu relación y percepción del dinero, adoptando una mentalidad adecuada para mejorar la educación bursátil.

 

Las 3 fases para invertir en bolsa: ganar, ahorrar, invertir

Mira, te voy a dejar las cosas claras.

La realidad es que la bolsa puede ser una forma un poco lenta de hacer crecer tus ahorros.

Invertir en la bolsa

Te lo muestro para que lo veas más claro.

El promedio de rentabilidad de invertir en bolsa a largo plazo es de un 7% – 8%.

Pues bien, imagínate que durante los próximos 15 años todo va como la seda y consigues generar un 7% de rentabilidad anual. En caso de invertir 5.000€ ahora, conseguirías unos ingresos totales de 13.795,16€.

Es decir, un poco menos de 9.000€ de beneficios. En 15 años.

¿No parece tanto verdad?

Y esto sin descontar la inflación y la parte que se lleva nuestra amiga Hacienda.

Pero si en las mismas condiciones invirtieras 20.000€, el resultado sería de 55.180,63€.

Y si por casualidad te sobran 100.000€, la totalidad ascendería a 275.903,15€.

¡Mamma mia! Esto empieza a mejorar.

Y todo gracias a la fuerza más poderosa del universo, la magia del interés compuesto. El crecimiento que proporciona el interés compuesto es exponencial.

Una maravilla.

Con todo esto no quiero decir que si dispones de poco dinero no debes invertir, sino que no esperes generar elevados beneficios y alcanzar la libertad financiera en un abrir y cerrar de ojos.

Mi recomendación: invierte cada mes, cada trimestre y cada año, aunque sean cantidades pequeñas. No dejes de invertir.

Y cuando antes empieces, mejor.

Al final del camino la suma de dinero invertida será grande y el interés compuesto habrá hecho su faena.

Sí, el verdadero potencial de invertir en bolsa pasa por invertir un capital importante.

Aumenta los ingresos, ahorra un mayor porcentaje mensualmente e invierte la cantidad de dinero que no utilices.

 

1. Ganar dinero

Como ves, una de las raíces radica en la cantidad que inviertes.

Pero claro, tampoco puedes invertir más porque no hay dónde rascar. Así que quizá la prioridad actual no es invertir en bolsa, sino crear más fuentes de ingresos para conseguir un mayor ahorro.

Entender que antes de extraer el oro de la mina, hay que excavar y picar profundo. Y aun así nadie te garantiza nada.

Ahora mismo debes tener un trabajo con un sueldo más o menos elevado, del cual seguramente te pueden echar en cualquier momento.

La realidad es esta.

Moraleja: invierte en ti y en ganar más dinero con tu trabajo.

Éxito para ganar dinero

¿Pero cómo?

Opciones hay muchas, y la era de Internet te las facilita.

Empieza un blog y monetízalo, crea webs de marketing de afiliación, vende cursos, haz vídeos en YouTube, genera contenido en Twitch, ofrece tus servicios en páginas especializadas…

Yo te recomiendo que crees. Aporta valor a la sociedad.

¿Qué es lo que se te da muy bien? ¿Cuáles son tus mejores habilidades?

Piensa en aquello que consideres que se te da mejor en comparación con la mayoría de la gente.

Seguro que destacas por algo, pero si no se te ocurre ninguna idea concéntrate en una actividad que te proporcione felicidad y harías de manera gratuita (no, desgraciadamente no sirve procrastinar ni dormir).

Puede ser cocinar, editar vídeos, tocar la trompeta o educar a perros.

Conviértete en un experto, especialízate en ese nicho y ofrece tus servicios para ganar más dinero e invertirlo.

 

2. Ahorrar

No me voy a extender demasiado en este punto. Si deseas conocer cómo ahorrar más dinero puedes consultar este artículo.

Hucha para ahorrar e invertir en bolsa

La finalidad es gestionar correctamente tu patrimonio y controlar todos tus gastos para aumentar la tasa de ahorro.

Más ahorro, más dinero para invertir. Simple.

Estoy completamente seguro que posees objetos en tu habitación que hace años que ni los usas. Y en su día gastaste el dinero pensando que resultaría un producto útil.

Vivimos en una sociedad consumista. Comprar, comprar y comprar.

¡Ojo! Tampoco debes convertirte en un tacaño y ahorrar tanto que apenas llegues a final de mes.

Encuentra el punto medio para mantener tu calidad de vida y felicidad.

Compra marcas blancas, no desperdicies el dinero en ropa que te vas a poner durante dos días o deja de contratar un servicio de limpieza cuando puedes hacerlo tú.

Quizá también puede ser de tu agrado una vida más minimalista. No se trata de vivir con prácticamente nada, sino de tan solo comprar aquello que realmente uses y aporte valor en tu día a día.

 

3. Invertir

El proceso final es invertir, pero siempre valorando y pensando antes. No seas irracional como un neandertal e inviertas en una empresa por el simple hecho de haberla oído en las noticias.

Antes de todo, solo invierte aquel dinero que no necesites en un futuro cercano.

Y recuerda, la clave de una buena inversión también radica en la diversificación.

Básicamente no pongas todos los huevos en la misma cesta.

Si andas un poco perdido, puedes hacer clic en este enlace para saber cómo y dónde invertir en la bolsa.

Como siempre digo, mi recomendación para los más novatos es empezar con fondos de inversión (tanto activos como pasivos) o ETFs, realizando aportaciones periódicas.

Se trata de productos financieros que te permiten invertir en diferentes empresas de distintos sectores. Además, puedes diversificar más la cartera con la compra de varios fondos indexados que inviertan en distintos países.

Hasta el día de hoy, está claro que invertir en bolsa es práctico a largo plazo, pero no es la única opción. Oro, materias primas, criptomonedas, inmuebles, crowdlending… En definitiva, un sinfín de alternativas.

A medida que aumentes tus conocimientos y ganes experiencia, ya tendrás tiempo de crear una cartera con acciones de empresas con potencial de revalorización desde tu punto de vista.

 

Objetivos de inversión

¿Por qué quieres aprender a invertir en bolsa?

Porque invertir el dinero es fundamental y el dinero en el banco pierde valor cada día, tú mismo me lo has dicho.

Correcto. ¿Pero cuál es la finalidad y el propósito de la inversión?

Quizá deseas alcanzar la independencia financiera y jubilarte antes, generar unos ingresos extra a largo plazo, comprar el coche de tus sueños en 5 años o simplemente superar la inflación para no perder poder adquisitivo.

Sea cuál sea, debes tener claros los siguientes puntos:

  • Qué cantidad quieres invertir.
  • Durante cuánto tiempo deseas mantener la inversión.
  • Qué porcentaje de pérdida estás dispuesto a asumir.

Las respuestas varían en función de las intenciones y las metas de cada uno.

Además, también está relacionado con tu perfil como inversor y la aversión al riesgo.

Si buscas rentabilidades elevadas, debes soportar mayores riesgos. Por lo tanto, la inversión debe ir acorde a tu capacidad de aceptar pérdidas momentáneas.

Si te aterra la idea de perder un 15% o 20% de tus inversiones en algún momento, quizá debes replantearte si invertir en la bolsa es para ti.

En conclusión, estos conceptos definen la elección de tu estrategia a la hora de invertir en bolsa.

 

Estrategias y análisis al invertir en bolsa

No hay estrategia de inversión mejor que otra, simplemente debes encontrar la que más se adapte a tu perfil de inversor.

Algunas son más mecánicas y sencillas, ideales para los que empiezan a invertir en bolsa, mientras que otras requieren mayores conocimientos y dedicación.

Te voy a contar un truco muy sencillo para saber si tu estrategia es adecuada para ti: si cuando vas a dormir te preocupan tus inversiones y no consigues relajarte, tienes un problema.

Elige aquella estrategia con la que te sientas cómodo, no la que creas que puedes obtener mayor rentabilidad.

De qué te va a servir ganar más dinero si un día de estos te da un infarto de tanto preocuparte por la bolsa.

Por otro lado, al elegir una estrategia de inversión debes ser flexible.

No te confundas con cambiarla cada dos por tres, sino que es importante que la ajustes a tus necesidades y preferencias del momento, a medida que avancen los años.

Un par de consejos que te recomiendo al elegir la estrategia:

  • Que se base en inversión a largo plazo. No solo es más sencilla para el inversor particular, sino que también es la más factible para obtener buenos rendimientos.
  • Si acabas de empezar, invierte en fondos de inversión. Se trata de una inversión que requiere una gestión mínima por tu parte, tanto para los fondos activos como indexados.

Relación tiempo y riqueza

Finalmente, en términos de análisis bursátil existen dos variantes populares para estudiar las empresas cotizadas y el precio de sus acciones.

Te las comento brevemente.

 

Análisis fundamental

Consiste en determinar el valor de la acción de la empresa a través de factores como sus estados financieros y contables, la tendencia y competitividad del sector y el entorno macroeconómico.

Por lo tanto, se tienen en cuenta tanto factores internos como externos de la compañía, resultando en un análisis exhaustivo que requiere unos elevados conocimientos.

El enfoque puede ser Top-Down (empezando por el estudio macroeconómico, el sector y finalmente la empresa) o Bottom-Up (justamente al revés).

Debes saber que es la estrategia utilizada por los gestores de fondos a la hora de invertir en bolsa.

La finalidad es establecer un precio teórico de la acción, estableciendo que a largo plazo el valor tenderá a ese supuesto precio si está correctamente valorado.

No indica si mañana va a subir o bajar, simplemente que con el paso del tiempo el título debería aproximarse al precio calculado.

Dentro del análisis fundamental encontramos dos métodos muy conocidos, los cuales reciben el nombre de Value Investing y Growth.

Índices bursátiles a nivel mundial

Para acabar, te comento algunas de las ratios y métricas utilizadas en estos tipos de análisis, más que nada para que te vayan sonando:

  • PER (Price Earnings Ratio)
  • EPS o BPA (Beneficio por acción)
  • ROE (Return on Equity)
  • ROA (Return on Assets)
  • EV / EBITDA
  • Precio / Valor Contable
  • Rentabilidad por dividendo

 

Análisis técnico

En la otra cara de la moneda encontramos el análisis técnico.

Seguro que alguna vez has visto a alguien mirando gráficos de cotizaciones con muchas barras y líneas.

Eso es el análisis técnico.

Se trata de predecir el movimiento futuro a partir de los comportamientos y la evolución histórica de la acción.

Por lo tanto, analiza el pasado y busca patrones para pronosticar el precio futuro de la acción.

Se basa en 3 principios básicos:

  • Todos los factores que afectan del mercado están reflejados en el precio de la acción.
  • Los mercados se mueven en tendencia.
  • Los comportamientos humanos y la historia se repiten.

Asimismo, en ningún momento se tienen en cuenta los activos, beneficios o resultados de la empresa. Pero no por ello te pienses que es más simple.

Es una estrategia donde predomina el corto y medio plazo, por lo que el riesgo que asumes siempre es más elevado. Un terreno ligeramente complejo, así que antes de adentrarte estudia y fórmate.

¿Y cómo intentas adivinar el precio futuro?

A través del estudio de las figuras de los gráficos y con la ayuda de indicadores.

Son herramientas que en combinación te apoyan para pronosticar el precio futuro.

Algunos de los indicadores técnicos más conocidos son:

  • Medias móviles
  • Indicador de volumen
  • RSI
  • MACD
  • Bandas de Bollinger
  • ADX
  • Momentum

En definitiva, existen un sinfín de indicadores y cada inversor utiliza aquellos que mejor le funcionan para su estrategia.

Finalmente, debes saber que resulta un análisis un tanto subjetivo. Al trazar líneas y figuras en un gráfico, cada uno ve lo que quiere.

Recuerda que vaticinar el corto plazo es prácticamente imposible. No sabes si mañana el precio subirá, bajará o rondará en círculos.

 

Elección de un bróker: los primeros pasos sobre cómo invertir en la bolsa

Intermediario para invertir en bolsa

Para invertir en acciones o fondos es necesario un intermediario, más conocido como bróker.

Simplemente es una compañía que gestiona las transacciones entre compradores y vendedores, cobrando una comisión por cada operación.

Así que debes registrarte para crear una cuenta de valores con la que empezar a invertir en bolsa.

Brókers hay muchos.

Incluso los bancos ofrecen estos servicios, aunque la mayoría suelen tener comisiones tan exageradas que antes prefieres pegarte un tiro en el pie.

Como siempre la mejor opción es comparar y elegir aquel que se adapte mejor a tus necesidades y preferencias, ya sea por tener menores comisiones o por poder invertir en empresas de China. A poder ser, te recomiendo que evites los brókers con comisiones de custodia, las cuales son aquellas que te cobra la entidad por el mero hecho de mantener la cartera de acciones en su plataforma.

Una vez dispongas de la cuenta, ya podrás empezar a operar.

Al empezar a invertir en bolsa y realizar la primera compraventa verás que existen diferentes tipos de órdenes: al mercado, por lo mejor, limitada, Stop Loss…

Cada una posee una función distinta en relación al precio al que deseas comprar o vender.

No son difíciles de comprender, así que con un par de operaciones las entenderás perfectamente.

En fin, empieza la aventura.

 

Cómo invertir en bolsa sin dedicar tiempo

Ya lo he comentado por encima durante el artículo, pero merece un apartado aparte.

No todo el mundo quiere convertirse en un experto en la materia. De la misma manera que no todos podemos dedicar el mismo tiempo a nuestras inversiones.

 Las cosas simples suelen ser las más útiles y eficientes. 

En el caso de las inversiones esto pasa por invertir en fondos activos o indexados, así como utilizar robo advisors (un gestor automatizado que administra el dinero por ti).

Por lo tanto, al principio la simplicidad es una buena aliada, así que puedes empezar a invertir en la bolsa a través de fondos de inversión pasiva o ETFs, los cuales replican un índice (S&P 500, IBEX 35…).

Cuentan con una ventajosa fiscalidad dado que el traspaso entre fondos de inversión no tributa, al mismo tiempo que ofrecen una adecuada diversificación para comenzar.

Invierte mensualmente una cantidad que puedas permitirte, aquel dinero que no vayas a utilizar durante los próximos años.

La gestión es muy sencilla, escoger el fondo o fondos indexados en los cuales deseas invertir (pueden ser de diferentes países y sectores) y determinar una cantidad de dinero. De esta manera, compras exactamente las empresas del índice en cuestión y no debes preocuparte sobre cuáles escoger.

Literalmente tan solo necesitarás 2 minutos al mes para realizar la orden de compra. No debes hacer nada más.

Bueno sí. Esperar, ser constante y tener paciencia.

Grábate en la frente el largo plazo.

Suerte con tus andaduras en la bolsa. Invierte siempre con cabeza y pensando en tu futuro.

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